Bruna… Morena

Bruna, resuena tu nombre
en el eco del vientre virgen,
como dulce y armoniosa melodía.
Bruna como la noche
que dibuja estrellas.
Bruna es morena.
Morena más no oscura,
brillante en su esencia.
Morena, de amor nacida.
Bruna, luchadora incansable,
eternauta viajera,
vencedora de presagios inciertos.
Morena, nuestros sueños acunas,
en los trasnochados insomnios.
Bruna, tierna y fuerte.
Morena, como tu madre,
con el corazón puro,
de serenos latidos lejanos.
Bruna, muñeca dormida,
hechizo de la Tierra madre.
Bruna, despierta a la vida.
Morena, generosa…
transparente y cándida.
Bruna, plena, compasiva.
Mensajera de los dioses.
Morena, de raíz divina
Bruna, pequeño ángel;
loas de amor traes,
a este agitado mundo.
Compañera de errantes mónadas
buscando su camino.
Mora, al fin hallaste tu nido.
Bruna, viejas nanas,
oirás, nuestros brazos sedientos,
cálidos, te arrullarán.
Bruna, Morena, respondiste al susurro,
de nuestras ansias compartidas,
con un llanto sorprendido.
Morena, desde las profundas entrañas,
brutas pávida y confusa,
un desfile impaciente te esperara
Brunas, llevas tejidos nuestros genes,
teñidos de nuestra sangre;
Morena, eres: ¡vuela ….

Bruna… lánzate a tu destino

Stella 16 setiembre 2009

Arte cartonero

El ser humano siempre genera modos de sobreponerse a las eternas crisis mundiales.

En cada esquina

En cada calle dejas
tus horas gastadas,
tus sueños trasnochados,
tu aleteo de pájaro cansado.
En cada esquina
dibujas esperanzas,
días adormecidos de vida,
alegrías y tristezas.
En cada paso,
en cada adoquín gastado,
pesa sobre tus hombros,
la carga de tus pesares.
En cada día,
el calor carcome impío
tus huesos.
En cada noche
te calientas al fuego
ardiente, sereno
de tu alma encendida.
En cada mirada inconciente
se graba,
tu imagen pequeña,
gigante niño cartonero.
En cada rincón,
en cada plaza porteña
cual viejo organito
resuena tu risa.
Eres fruto de la ceguera
de una sociedad injusta.
La basura te denigra,
el trabajo te dignifica.
eres consecuencia de una elite
presumida de culta, no saben
que tu andar es cultura,
Arte y oficio.
Eres pregonero de sabiduría
de la escuela de la calle.
Ejemplo de compromiso.
La lluvia y el frío, no piden permiso.
Eres hijo de la ignorancia,
de quienes vivimos separados,
sin saber que en cada corazón
habitas, cartonero.
Eres ángel de cartón,
alas de papel,
alas abiertas a la travesía
se volar sobre la miseria.
Eres historia y presente,
de una realidad
grotesca y confusa
que apenas percibo.
Personaje audaz,
pareces salido de un
cuadro de Quinqela.
Pasajero de la vida…
que apenas vemos

Autor: Stella 11 de febrero de 2009